28.11.08

!Que arte¡

Pollock: Abstracción

Anónimo: Retrato de caballero. S. XVIII.


En una reciente entrada de un blog amigo, -http://fondevila.blogspot.com/-, la titular del mismo nos deleitaba con la presentación de unas obritas –que a simple vista pudieran parecer menores- de Vincent van Gogh, uno de los pintores más admirados y más valorados del panorama artístico mundial. Van Gogh, como muchos otros pintores geniales, es lo que se conoce como un ‘fuera de serie’, en sentido absolutamente literal. Su técnica, su expresividad, su reflejo de un mundo interior atormentado y finalmente suicida, lo sitúa absolutamente fuera de cualquier canon o encasillamiento.

La eterna discusión sobre lo que es Arte y lo que no, sobre lo que el arte debe ser y sobre lo que en realidad es, esa discusión, digo, es una de las pérdidas de tiempo más grandes que existe en el mundo de la dialéctica, sexo de los ángeles aparte. Sin embargo, no me resisto a no entrar en esa polémica, porque quiero dar mi visión de lo que yo considero Arte y lo que no.

El hombre pretende tener todos sus conocimientos censados, estructurados, sometidos a una disciplina estricta, pero todas las actividades humanas que proceden de la manifestación de un sentimiento, de una sensación, de una exposición del alma al exterior (música, pintura, arte en general…) son difíciles de acotar como no sea en lo que a la parte puramente técnica, artesanal, cifrada, matemática, se refiere. Así, plasmar en un papel las luces y las sombras de una estatua-modelo, ejecutar al piano la escala y dos octavas, reproducir en la piedra las dimensiones idénticas de lo observado, son el resultado del estudio pormenorizado y posterior puesta en práctica de la técnica propia aprendida, que es una para todos y que en el caso de perfecta ejecución, dará como resultado obras prácticamente idénticas. Pero… cuando la obra, conocida la técnica, tiene que ser tamizada, filtrada por el cedazo de nuestra habilidad –y lo que es más interesante- por la criba de nuestra subjetividad, de nuestra visión del mundo, de nuestros intereses, de nuestros gustos, de nuestras necesidades anímicas, entonces… entonces se produce la Obra de Arte.

Si esta obra, en su final, se ajusta a lo que cualquier otro buen profesional hubiera también ejecutado, si esta obra final se ajusta a lo que la técnica propugna y solicita, estaremos ante una obra que yo no denominaré artística, sino artesanal. Si la obra, una vez que pasa por nuestro interior en su proceso de ejecución resulta original, diferente, expresiva, dialogante con el observador, entonces yo la llamaré Obra de Arte, con independencia de si me gusta o no. (No voy a hablar, al menos hoy, ni de los tiburones en formol ni de las capillas sixtinas de colores).

¿Es un artista el copista? ¿Se puede ser artista y no dominar la técnica? ¿Todos los grandes artistas, incluso los más heterodoxos conocían/conocen la técnica de su disciplina? ¿Está ya todo inventado en el mundo del Arte? ¿Qué entendemos por un creador? ¿Es tan fácil llenar de formas y colores un lienzo blanco? ¿Ha de ser la obra de arte bella? ¿Qué se entiende por belleza? ¿Es el Arte comunicación? ¿Quizá solo empatía con el espectador? ¿Algo repugnante puede ser Arte? ¿Es Arte cualquier objeto doméstico? ¿Dónde está la Verdad sobre el Arte?

Amigos… este ejercicio os lo pongo como ‘deberes’ para que lo hagáis en casa. Ya me contaréis.

Vuestro,
Internautilus.

26.11.08

Allí estaba ella, sentada en actitud de espera, con el bolso en el regazo y el abrigo sin quitar, como si hubiera llegado hacía sólo unos minutos.

No era así. Cual la Penélope de la canción, se había apostado en el pasado, largos años atrás, y su alma permanecía en una alerta permanente entre la espera y la resignación. Tras ella, los fantasmas de su presente y su pasado vigilaban constantemente su devenir, a una cierta distancia, de manera que ella y quien a ella tuviera la osadía de acercarse, supiera que no estaba sola, que no era una hoja al azar del viento, que estaba vigilada y protegida.

Un día, ella decidió huir. La espera había sido demasiado larga y las esperanzas con el paso de los días se habían minado, corroído, disuelto entre lágrimas y miradas al ayer. Nadie pudo hacer nada. Se desinstaló del pasado, avanzó hacia el futuro y se perdió en el presente. Luego… nadie más supo de ella, pero me consta que fue feliz.

Imagen digital de Víctor Sáez

23.11.08

Timos del arte medieval

El año pasado, en un viaje que Ana y yo hicimos a Valencia, entramos, como es habitual, en todos los museos que pillamos a mano. También en el de la catedral de esa ciudad, iglesia gótica remozada en parte en el siglo XVIII con un dudoso gusto neoclásico, a cargo de Antonio Gilabert. Pues bien, el Museo Catedralicio, al 'módico' precio de 6 euros, nos permitió ver un puñadito de obras artísticas apelmazadas en un recinto de tres o cuatro salas cuyo diseño museístico deja mucho que desear. Entre esas obras se encontraban dos leones salientes que, según nos dijeron y si mi memoria no me falla, sostenían el féretro de piedra del arquitecto de la catedral. Bueno, algo así, tampoco estoy muy seguro.



Pero de lo que sí estoy seguro es de lo que me impresionó...!que los dos leones fueran IDÉNTICOS¡





Y cuando digo 'idénticos' quiero decir eso, EXACTAMENTE IGUALES. Y no, no me refiero a las propias figuras, que una mano diestra podría ejecutar de manera muy precisamente parecida. Me refiero al conjunto, a toda la escultura. Creo que una imagen vale más que mil explicaciones mías:




La verdad, a mí me cuestra creer que un maestro escultor se dedique a tallar los defectos de una en la otra, hasta los desconchones propios del paso del tiempo. No sé, pero una de tres: o uno de los leones es falso, es una réplica, o los dos son falsos, comprados en los tenderetes donde venden macetas y fuentes para jardín, o... este museo alberga un misterio indescifrable. Y cuando digo indescifrable me refiero a que ni el director del mismo, con el que contacté para comentarle el hallazgo, sabía nada de esto. Me dijo que investigaría y que me diría algo. De eso hace un año. Aún estoy esperando.. Que se gasten los seis euros de la entrada en fabricar piezas en serie y por encargo, la verdad, me importa poco, pero....¿Cuantas otras obras del museo son una farsa?

Relativo


Banco de imágenes CNICE


Que el mundo es una esfera que gira, ajena al tiempo y al resto del universo sobre su eje es algo que todo el mundo conoce. Observada como tal desde el espacio exterior no da la impresión de que su corteza albergue una maraña tal de seres pululando en ella, moviéndose, yendo de un lugar a otro, procurándose alimento, y, lo que es o puede parecer más raro, viviendo cada uno una vida propia. Desde el espacio uno podría imaginarse la vida sobre la Tierra de una manera idílica, su aspecto azul y vivo sugiere belleza y calma.

La realidad es bien otra. En una superficie realmente pequeña en comparación con el sistema planetario en el que se sumerge, la Tierra acoge un microcosmos vital en el que se desarrollan situaciones enanas comparándolas con su entorno. Guerras, epidemias, movimientos migratorios, climatología arrasadora, son aspectos que pudieran incluso observarse desde el exterior; pero lo que sorprendería a un observador externo sería la falta absoluta de homogeneidad en un espacio tan pequeño. Hablo de la diversidad enorme que caracteriza a nuestro planeta, a nuestras vidas. Diferentes zonas, pobladas o no, desérticas o fértiles, razas y colores de piel diferentes, culturas, creencias, pobreza y opulencia. Imposible imaginar desde fuera tal amalgama.

Sin embargo… desde fuera es desde donde se entiende realmente la relatividad de nuestras vidas. Pero es imposible hacer cesar las guerras, hacer cesar la contaminación, eliminar la dominación de un pueblo sobre otro, acabar con la discriminación entre las personas, con la pobreza y la falta de recursos. Este microcosmos que tenemos organizado, de tal mala manera, se autodestruirá poco a poco con el paso del tiempo –un tiempo relativo, enano, para el Universo- y la Tierra, desde fuera, quizá no se vea tan azul, pero seguirá girando ajena a los que fueron y estuvieron viviendo, amando, sufriendo, matándose sobre su esfera.
.

20.11.08

Yo amo la vida...


"La espera". Imagen digital de Víctor Sáez


Sí, amigos, amo la vida y creo demostrarlo cada minuto. Y no, no estoy amargado por el tema de la muerte. No sufráis por mi, de verdad, porque es algo que cada día tengo más asumido. Por ello, pienso, mi actividad es tanta: no dejo un hueco libre en lo diario que me permita sumergirme en la desesperanza. Y si lo hay... lo lleno con momentos como este, escribiendo a los amigos.

Para demostrar lo que digo, me voy a permitir ofrecer un soneto de amor. Porque el amor es... algo que no me quitarán !ni muerto¡



Nuestro universo…

Quisiera hacer más grande el universo
para que en él cupieran más palabras,
escritas al bies de un par de versos,
prendidos de alfileres en tu alma.

Un universo enorme, pero bello,
en el que habiten mi amor y tu mirada,
el tacto de tus dedos en mi cuello,
mis labios recorriéndote la espalda.

La luna reina en él y cada noche
se aparece a otros enamorados
cuando no está presente en nuestro espejo.

Deja morir, mi amor, mi amor de viejo
prendido a ese universo deseado
que hará de nuestro amor todo un derroche.


Vuestro,
Internautilus

19.11.08

Tanatofobia

Levedad. Imagen digital de Víctor Sáez.


De verdad, siento meterme en este jardín por lo que ello pueda herir la sensibilidad moral o existencial de algún dudante (neologismo de cosecha propia que significa: “el que duda de manera activa”). Porque el que no duda, el que está seguro de todo, el dogmático, el creyente fiel, el que lo tiene claro, ese no sufrirá con mis reflexiones.

Julián Barnes es un escritor británico con casi 20 novelas y ensayos en su haber que vive en Londres por y para la literatura. Es hermano del filósofo Jonathan Barnes, y su última novela, Arthur & George, fue publicada en julio de 2005. Barnes, en una reciente entrevista realizada por The New York Times, se manifiesta en torno la muerte y a la importancia de la idea de la muerte en la vida de los humanos de una manera que podía perfectamente haber sido suscrita por mi. Me ha regocijado interiormente observar como alguien, tan ajeno a mi persona, exponía conceptos que coinciden de manera prácticamente exacta con pensamientos que albergo en mi mente desde hace años.

Barnes, como yo, padece tanatofobia. Consiste en profesar un miedo persistente, anormal e injustificado a la muerte, pensando en ella diariamente de manera que su existencia (la de la muerte) está omnipresente en nuestras vida (la de él y la mía, por lo pronto).

Barnes, como yo, opina que la religión cristiana, y por extensión todas las religiones, son unas bellas mentiras, unas tragicomedias con final feliz.
Aquél que cree en la salvación de la vida eterna tiene el camino de la vida efímero mucho mejor abonado, más llano, más fácil, que el nihilista que se enfrenta a la Nada. Por ello, digo yo, ser ético, solidario, honrado siendo ateo o agnóstico tiene el valor de quien maneja su relación con los demás por el valor de los demás mismos, no en base a creencias, dictámenes, miedos y normas impuestas por la Iglesia.

Y hablando de Iglesia, él piensa, como yo, que, sin embargo, las religiones –y en particular la católica- ha hecho tanto mal a la sociedad con sus montajes grandielocuentes ajenos a las necesidades reales del hombre que el hombre ahora ofrece culto a becerros más mundanos, como la cultura consumista, el sexo, la estética y el trabajo.

La tanatofobia genera en quien la sufre un desasosiego difícil de erradicar. El inexorable camino hacia la nada, hacia la negación del ser ‘por los siglos de los siglos’, eternamente, lejos de ofrecer la paz que pudiera suponer estar ajeno a sufrimientos, genera sensaciones de la inexistencia del “yo”, esto es, la percepción de que nuestro “yo” existe solo porque pensamos en él. Algunos argumentan que viviremos por siempre en el recuerdo de lo demás… flaco argumento de quien no es capaz de recordar el nombre ni siquiera del abuelo de su abuelo.

Perder la identidad, he ahí el problema. La teoría panteísta que proclama el siguiente silogismo: “El Universo es infinito, Dios es infinito, luego el Universo es Dios” tampoco me sirve. Supongamos que mi ‘alma’, convertida en energía (“la materia no se crea ni se destruye, sólo se transforma”) se diluye en el éter cósmico pasando a formar parte del todo del que todos venimos. Sí, pero…¿y mi “yo”? ¿Dónde estoy yo, con mi identidad, con nombre y apellidos? Ah… me tacharán de egoísta, de pensar sólo en mi. No estamos ahora valorando mi forma de ser, sino buscando la vida propia tras la muerte.

Hay amigos que me hablan de la reencarnación. Y les digo: si no me reencarno en mi mismo, con mis vivencias conocidas, con mis recuerdos… ¿para qué me sirve reencarnarme?

Ante todo este negro panorama…¿qué actitud hay que tomar en la vida? Barnes dice que solo encuentra consuelo en la Ciencia. En aprender y comprender que cada momento que pasa es un momento hacia la muerte, que todo muere, todo acaba, que el hombre acabará y volverán nuevas ‘humanidades’ que no conocerán ni sabrán nunca de la nuestra, que este blog será una cagadita de mosca en una carta de navegación cósmica, que somos solo neuronas evolucionadas, animales bípedos cuya evolución les ofreció la terrible posibilidad de pensar y ser conscientes de sí mismos. La postura a mantener, mientras vivimos, será, pues, no considerarnos ajenos al universo al que pertenecemos, en asumir que somos fruto
de una cadena genética que nos preforma, en comprender que nuestra alma está en el cerebro (¿verdad, Punset?) y en, por todo ello, ofrecernos a los demás por la pura satisfacción de hacer lo que nuestra conciencia –humana, evolucionada conciencia- nos dicte.
Si somos capaces de, a pesar del negro fin, amar, reír, disfrutar, trabajar y actuar sin hacer daño a nadie… sólo por eso la vida habrá tenido un sentido. Pero.. no busquemos más allá.

16.11.08

Muerto de amor


Imagen digital de Factoría Pláxtica


Bogart la miró fijamente. A ella le resultó extremadamente difícil sostener la mirada de un hombre así. Mucho mayor que ella, seguro de sí mismo, atractivo… Mucho más de lo que solicitaba al mundo para ser feliz, quizá demasiado para ella. Tan demasiado, que se conformaba con un hombre más joven, más inexperto, con menos tics de esos que la vida te endosa a base de años.

Él, cuya seguridad solo era una fachada, un argumento, una irrealidad, por dentro se moría de amor. Volvía a vivir sus pasiones juveniles y ella lo rejuvenecía y le hacía llegar al éxtasis. Pero sabía que ella no le amaba. Solo estaba fascinada. Por eso, en la soledad de su apartamento de Broadway, le escribió este poema.

¿Que acaso me olvide de ti… temes tú?
¿Olvidarme, quizá, de las estrellas?
¿Puedo olvidarme del sol y de la luz?
¿Cosas que amo, olvidarme de ellas?

Mucho tendrías que odiarme, y aún así,
ciego de tu pasión sería teñido,
y aunque no me quisieras, mis sentidos
volverían, sin remedio, hacia ti.

Hoy los Dioses del Tiempo se han vengado
ofreciéndome miel envenenada:
tu juventud, tu luz, tu voz, tus labios…

Dejarme envenenar es lo que quiero,
tenerte así feliz y ensimismada
por siempre, para siempre, ajeno al tiempo.

Su amor duró solo unos meses. Ella conoció a un broker de Wall Street que la colmó de lujos y no necesitaba Viagra para elevarla al último cielo. Él... siguió haciendo películas y un día el destino le hizo conocer a Laureen Bacall, que, a pesar de su juventud, le amó para siempre.

14.11.08

Perdone el señor...


Mi agradecimiento a Joan Manuel Serrat, autor de la letra de su canción "Perdone el señor", aquí reproducida.


A la mitad de la sesión de la reunión del G-20, en la sala donde estaban representados los gobiernos de los estados más ricos del planeta, allí, en aquél lugar donde los gobernantes intervenían un tras otro en un intento de hacer lo posible para salvaguardar los privilegios de las grandes empresas financieras del mundo, de refundar el capitalismo devorador, de establecer sistemas para evitar que la corrupción y la avaricia provocaran desastres económicos como el de 2008 –se trata de ejercer el capitalismo neocon, pero no tan salvaje, joder!- a la mitad de la sesión, digo, en pleno discurso del presidente de los Estados Unidos, un ujier se adelantó al estrado donde estaba el orador. Los servicios de seguridad se lanzaron hacia él, pero su aspecto, su vestimenta, su actitud no parecía indicar peligro alguno. Él, a los guardaespaldas, susurró la necesidad de interrumpir al eminente orador, dada la delicada situación que se presentaba. El ujier, acercándose al oído del mandatario, le dijo:


Disculpe el señor
si le interrumpo, pero en el recibidor
hay un par de pobres que
preguntan insistentemente por usted.

No piden limosnas, no...
Ni venden alfombras de lana,
tampoco elefantes de ébano.
Son pobres que no tienen nada de nada.

No entendí muy bien
sin nada que vender o nada que perder,
pero por lo que parece
tiene usted alguna cosa que les pertenece.

¿Quiere que les diga que el señor salió...?
¿Que vuelvan mañana, en horas de visita...?
¿O mejor les digo como el señor dice:
"Santa Rita, Rita, Rita,
lo que se da, no se quita...?"

Disculpe el señor,
se nos llenó de pobres el recibidor
y no paran de llegar,
desde la retaguardia, por tierra y por mar.

Y como el señor dice que salió
y tratándose de una urgencia,
me han pedido que les indique yo
por dónde se va a la despensa,

y que Dios, se lo pagará.
¿Me da las llaves o los echo? Usted verá,
que mientras estamos hablando
llegan más y más pobres y siguen llegando.

¿Quiere usted que llame a un guardia y que revise
si tienen en regla sus papeles de pobre...?
¿O mejor les digo como el señor dice:
"Bien me quieres, bien te quiero,
no me toques el dinero...?"

Disculpe el señor
pero este asunto va de mal en peor.
Vienen a millones y
curiosamente, vienen todos hacia aquí.

Traté de contenerles pero ya ve,
han dado con su paradero.
Estos son los pobres de los que le hablé...
Le dejo con los caballeros

y entiéndase usted...
Si no manda otra cosa, me retiraré.
Si me necesita, llame...
Que Dios le inspire o que Dios le ampare,
que esos no se han enterado
que Carlos Marx está muerto y enterrado.



El presidente de los Estados Unidos y los presidentes de Europa, Japón y el resto de poderosos mandatarios del mundo allí reunidos sintieron…. Sintieron la vergüenza, el rubor, la turbación por su inherente deshonra, la humillación que suponía su papel en la Historia… pero al poco, retirado el ujier, volvieron a sus pupitres y retomaron la sesión cual si nada hubiera ocurrido. En el recibidor, al otro lado de la sala, se oía el fragor de gentes gritando y algún que otro disparo que tuvieron que realizar los cuerpos antidisturbios.

13.11.08

NADA, por Raquel Astorga


Imagen digital de Víctor Sáez


Es de caballeros ceder el asiento a quien se considere puede necesitarlo; en el caso de Raquel no es que ella necesite nada; somos nosotros, mis amigos, los habituales lectores de este blog, los que necesitamos de la lectura de su cuento. Una obrita así no debe perderse entre papeles, clips y bolígrafos en un cajón de una mesa. Merece ser publicado y leído, y mientras eso es así, por derecho propio y en su propio blog, yo, que me precio de ejercer la caballerosidad en la medida de mis posibilidades, cedo gustoso esta ventana al cibermundo a una escritora poderosa que lo será aún más en el futuro. Sea bienvenida y apreciada como se merece.

NADA


Aquella tarde lluviosa cuando abrió la puerta, se encontró con que ella había volado. Unas medias rotas y una vieja liga en el suelo eran la única prueba de que había estado allí.

Se dejó caer en la cama y cerró los ojos. Ni siquiera se había acordado de sacar a pasear al perro, y una mancha de orín se adivinaba en una de las esquinas de la habitación.
Se levantó de la cama y fue al baño, pequeño, renegrido, el paisaje era desolador. Manchas de laca de uñas en el lavabo y una toalla sucia tirada en el bidé, huellas de pies descalzos en el enlosado y una pastilla de jabón mugrienta y babosa en la jabonera. Abrió el grifo y dejó correr el agua mientras clavaba una mirada amenazadora en ese rostro ojeroso y sin afeitar que se presentaba frente a él, y soltó un: “pero que feo eres”.
Calculó la hora, serian cerca de las doce de la noche, y aún tenia que pasar el último cuento a maquina, esta vieja manía de escribir cuentos le hacía sentir mas importante.
Llegó hasta la nevera y al abrirla un olor a vacío inundo todo. Cascos de cerveza, y nada, -menuda palabra- “nada”, como casi todo en su vida, lamentablemente llena de “nadas”.

Apretó el botón de encendido del televisor y se sentó frente a el, cogiendo el cenicero y con un gesto entre cómico y penoso hizo como si apretara un botón del mando a distancia. De la pantalla en blanco y negro surgió un brote de luz, un punto que fue agrandándose poco a poco hasta llegar a aparecer la imagen de Humphrey Bogart.
Cuanto daría por poder cambiar los papeles y ser él quien abrazase a Ingrid Bergman, ¡que boca tenía!, esa clase de mujeres solo existían en las películas, y se tranquilizó pensando que seria absurdo tener una mujer de esa clase porque no se atrevería a tocarla.

Terminó maldiciéndose por ser un jodido sentimental y llorar en el finar de la película, tras la despedida de Ingrid y Bogart.
De nuevo la malévola “nada” hacia eco en el apartamento, sabía que tenia que llamar a Enrique, pero como tantas otras veces, la falta de palabras se materializaba en la distancia al teléfono, empujándolo hacia atrás.
Enrique era la única persona que siempre sabía donde estaba Carmen, entre otras cosas porque siempre que desaparecía estaba con él.
Después de tantos años seguía sin saber cómo empezó todo, y era inadmisible su manera de claudicar ante las apetencias de ella. Quizás por que era lo único que salvaba su caótico vacío, o mejor aún ¿Por qué la quería?, ¿realmente la quería?, posiblemente no, definitivamente, no, pero vivía de la necesidad que ella había inventado en su cabeza.

Carmen!, tienes que escuchar algo, no puedo seguir así, tienes que elegir. Y era entonces cuando oía la estrepitosa carcajada de ella haciéndole sentir como un completo imbécil.

Quizás fuese esta otra de las cosas que tenía que dar por perdida en su ya arrastrada lista. Y por unos momentos se sintió el protagonista de ese lobo estepario que tantas veces había leído. Entonces adoptando una posición de gladiador romano dijo en alto: “mi mundo de seres humanos había desaparecido, estaba completamente solo, y por amigos tenia a las calles”. Cerró los ojos y escuchó la ovación de un público inexistente entre los que adivinaba a Henry Miller aplaudiendo como uno más.
-¿Qué haces loco insalvable?.
Allí estaba ella, había abierto la puerta y él ni siquiera se había dado cuenta envuelto en el calor de la ovación. Aun mantenía en alto el cenicero como de una estatua ridícula se tratara. No consiguió articular palabra, ni fue capaz de moverse mientras ella recogía unas cuantas cosas y las guardaba en su bolso. Ni tampoco se movió cuando el perro mordisqueó el bajo de sus pantalones intentando jugar.
-He estado toda la tarde esperándote, me voy, Enrique está abajo, ya te llamaré, no olvides sacar al perro, ah! El cuento que escribiste ayer no lo pude leer… de todas formas tampoco los he entendido nunca, adiós.
Y se marchó…, dejando una estela de perfume en toda la habitación.

Dirigió una mirada de complicidad al perro, al fin y al cabo era el único que le hacía compañía en esas excéntricas noches de soledad dolorosa. Ni siquiera quedaba whisky para de su mano volver a la irrealidad de los sueños.

Para qué seguir, notaba, mientras dejaba caerse nuevamente en el sofá, cómo su corazón se rompía en mil pedazos, cómo le estaba llevando a una serena tranquilidad cada uno de esos trocitos esparcidos por la realidad que le invadía. No importa, pensó, mi partida hacia la nada llevaba meses anunciándose, ya se lo dijo el médico aquella tarde cuando sintió la primera punzada. Ahora Carmen me hará caso, es lo más rotundo que le puedo demostrar.

Aún le quedaron fuerzas para cambiarse de ropa, incluso afeitarse para estar guapo cuando ella llegara. Y se tumbó colocando cada parte de su cuerpo para que quedara de una forma que luego no diera problemas. Y todo empezó a alejarse, a no importarle nada…¡lástima!, pensó, he olvidado echarme perfume para gustarle más, y se fué junto con todos los cuentos que había escrito siendo el protagonista de cada uno de ellos.

Cuando Carmen abrió la puerta al día siguiente encontró una nota sobre la mesita de la entrada: “Para Carmen”, ponía; y dentro… un cuento.

11.11.08


Tomás echó un vistazo a los limoneros, que se habían quedado un poco maltrechos tras las últimas heladas. Por las laderas de ese pequeño valle, a esas horas, un viento dulce, con olor a algarrobas, a azahares y a almendros en flor se hacía presente en sus mejillas; aspiró el aire fresco, cerró los ojos y recordó con el aroma los años de adolescencia corriendo entre los frutales. Situado en el centro de ese valle, Tomás se ensamblaba con la tierra, con el rocío, con el aire y con los frutos colgados de los árboles como un elemento musical más de una sinfonía de Mahler. Su mundo, su pequeño mundo, empezaba a recibir los rayos del sol que se atisbaban sobre las colinas del Este. Todo, en ese mundo, era perfecto.

Al otro lado, fuera del valle, no muy lejos ni muy cerca, la ciudad enorme comenzaba a despertar, los vehículos comenzaban a rugir, se apagaban los neones de los comercios y los bancos abrían sus puertas. En una zozobra contínua, en un maremágnum explosivo de idas y venidas, la gente se agolpaba en los semáforos, las calefacciones echaban humo por las chimeneas y el martilleo atorrante de las obras de las calzadas machacaban los tímpanos de los viandantes , de los obreros y de los niños que iban al colegio.

En otro lugar, tampoco cerca ni lejos, el político acababa su jugo de naranja, se metía los gemelos de oro en los puños de su camisa de seda, besaba a la doncella –su mujer dormía- y, abriendo su portafolios de piel de becerro gofrada, metía una carpeta con el discurso que iba a pronunciar esa mañana. El chófer toco a la puerta, para indicarle que el coche oficial estaba preparado. El político salió y con una sonrisa cargada de cinismo le espetó al conductor: “Vámonos, Manolo, hoy toca arreglar el mundo”.

En la ciudad, y en los días siguientes, los mismos niños cruzaban los semáforos para ir a la escuela, los coches seguían rugiendo despiadadamente, las fábricas continuaban escupiendo vorazmente sus humos letales y Tomás, en su pequeño mundo del valle, volvía a maridarse con la madre naturaleza ajeno a todo lo que ocurría detrás de aquellas colinas. Y así, por mucho tiempo más.

9.11.08

VIDA

Fotografía de Víctor Sáez

El reciente nacimiento de un ser nuevo me trae, indefectiblemente, la idea de Vida y Muerte a la cabeza. Si bien el nuevo ser simboliza la vida, su propia esencia implica que el concepto no-existir (es decir, muerte) flote en la mente de los más viejos.

José Hierro sonetiza magistralmente alrededor de esos conceptos con un trabalenguas que titula "Vida" pero que es mucho más que eso. No es un juego de palabras, sino de ideas.

Dice así:

Después de todo, Todo ha sido nada,
a pesar de que un día lo fué todo.
Después de nada o después de todo
supe que Todo no era más que Nada.

Grito !Todo¡ y el eco dice !Nada¡
Grito !Nada¡ y eleco dice !Todo¡
Ahora sé que la Nada lo era todo
y Todo era ceniza de la Nada.

No queda nada de lo que fué Nada
(Era ilusión lo que creía Todo
y que, en definitiva, era la Nada)

Qué más da que la Nada fuera nada
si más nada será, después de todo,
después de tanto todo... para nada.

7.11.08

Carta a mi padre (I)


Al lado, vista de un emblemático edificio de Varsovia, regalo de Stalin y erigido en el mejor estilo soviético. El parecido con la Giralda sevillana es pura coincidencia.




Papá, ¡cuántas cosas están ocurriendo y tú te las estás perdiendo¡

La más importante, sin duda, es el nacimiento de tu primer bisnieto. Se llama Theo (palabra de honor que yo no he tenido nada que ver en eso del nombre) y es hijo de tu nieta Laura y de Edu, un chaval estupendo que la soporta, la entiende y la quiere. Fíjate, tú bisabuelo!

Pero han pasado más cosas. Muchas, demasiadas desde que te fuiste. Una de ellas –vas a flipar- ha sido la elección de un presidente negro en Estados Unidos. Esos americanos, que tú denostabas tanto, van y nos dan una lección de democracia. Sí, ya sé que una cosa es democracia y otra machacar al prójimo, pero ya ves, en ese país las dos cosas pueden convivir juntas. Te meten en la silla eléctrica si matas a alguien, pero no dudan en venderte la pistola más sofisticada para poder hacerlo. Tú siempre dijiste que preferías evitar que nadie matase y, por lo tanto, evitar vender armas, pero esta gente es así, ya los conoces. Es un problema de Historia. Menos de 250 años de devenir histórico, en los cuales parte de su cultura se basa, entre otras lindezas, en la aniquilación de 40 millones de búfalos y, por lo tanto, de todo un pueblo indígena que vivía en el territorio. Pero qué te cuento a ti, si todo esto me lo enseñaste tú….! Bueno, el caso, lo dicho: han madurado y le han puesto otro color a las barras y estrellas: el negro. Que sea para bien.

Hace poco estuve con Ana en Varsovia… ¡Qué ciudad más triste¡ Al menos, así me pareció. Solo encontré animación, bullicio y paseantes entre los neones de los centros comerciales ocultos en las entrañas de edificios supermodernos, de cristales ahumados y formas caprichosas. Bueno, no es que haya muchos, pero los suficientes como para emerger intentando simular una ciudad moderna y europea. Europea, sí, pero moderna… Ellos viven aún anclados en los recuerdos, tristes recuerdos, del holocausto nazi. Conservan en cada esquina lápidas que rememoran los sucesos liberatorios, y he podido meter el dedo en los orificios de bala que las ametralladoras nazis produjeron en las fachadas de los edificios más antiguos. Ellos, papá, no olvidan, porque aquello fue terrible y no debe olvidarse. Sin embargo, aquí, hasta Santiago Carrillo pretende que se dejen a los muertos de la guerra civil enterrados y mudos –bueno, eso ya lo están- no sé si por mala conciencia o para que no le salpique la metralla. Y no. Tú no estarías de acuerdo en olvidar. Lo sé porque tú decías que siempre callaban los mismos, lo perdedores, y hoy hay posibilidad de que esos perdedores hablen. Hablen desde la tumba, desde las fosas comunes, desde el pie del paredón. No importa, ¡que hablen¡ Ya han estado callados demasiados años como para callarse un día más. Por cierto, el promotor de esta aventura exhumatoria no es otro que Garzón….¿recuerdas? Sí, coleccionabas los artículos que sobre él se publicaban en una carpeta marrón de gomillas…Sé que era tu ídolo secreto, sé que venerabas “los cojones de este tío”, como solías decir…. Ahora lo tachan de “juez superestrella y megalómano”, pero a mí –y a tí papá- nos da igual. Muchos garzones harían falta para poner este país patas arriba.

Te dejo ya. Si desde el éter cósmico puedes leer esta carta, bien. Si, como tú me explicabas, después de muerto solo viene la eternidad de la nada, no servirá; solo para ayudarme, retóricamente, a dar cumplida cuenta de la entrada al blog de este día. Que ¿qué es un blog? Humm…te lo explico otro día, papá. Un beso fuerte,

Jose Víctor.

6.11.08

Theo Peinado Sáez, mi nieto neonato.


Perdonadme la digresión personalista, pero no me resisto a informar al planeta del nacimiento de Theo Peinado Sáez, hoy mismo, día 6 de noviembre, a las 15.55 horas, en el Hospital Costa del Sol de Marbella.

Sirva esta entrada no solo para homenajear al vástago, indefensa y dulce personilla encantadora, sino también, y especialmente, a la madre, mi hija Laura, que tras 36 horas pariendo, al final consiguió echar al mundo a su hijo por medios naturales y a la antigua usanza: apretando y con dolor. Lo cierto es que pasó tanto tiempo desde la rotura de aguas hasta el parto que los efectos de las anestesia epidural se le habían pasado.

Y el padre...el padre ha sido el verdadero apoyo de ella, el soporte que le ha dado ánimos y que no se ha movido de su lado en esas 36 horas, colaborando, incluso, en las tareas del alumbramiento.

A los dos, por su entereza, su decisión y su fuerza: !enhorabuena¡

Vuestro,

Internautilus

4.11.08

Una imagen y dos sonetos


Arriba, cartel metálico situado en la fachada de una farmacia de la ciudad de Pátzcuaro, México, fotografiado por mi hace algunos años. Ignoro si aún aguanta el paso del tiempo.

Con la sana intención de no aburrir demasiado (sobre todo al principio) hago el intento de divertir y os envío un par de sonetos enlazados que tenía en el arcón de los versos perdidos.


MUNDO

He visto al funcionario en la oficina,
la mujer, en la casa, en sus labores,
al tirano en la cámara de horrores,
al alquimista soez, en la cocina.

He visto al policía desalmado,
a la puta con sida en las esquinas,
al niño de los yonkis torturado,
al cristo sin su corona de espinas.

Al poeta pidiendo subvenciones,
al arquitecto firmando los derrumbes,
cirujanos cosiendo corazones.

Al mundo, en fín, girando entre las nubes,
sin clase, sin pudor, con desparpajo;
arriba yo, abajo los de abajo.


He visto a los teólogos dudando,
al artista riéndose en mi cara,
a los curas a estudiantes sobando,
al verdugo gastándose la paga.

Rezando al terrorista en su sagrario,
al jeque robando las limosnas,
al coronel saliendo del armario,
a los jueces limpiando sus pistolas.

Al Nobel fusilando una novela,
al globo de metano que no sube,
al demonio poniéndose dos velas.

Al mundo, en fín, girando entre las nubes,
sin clase, sin pudor, con desparpajo;
arriba yo, abajo los de abajo.

Vuestro,

Internautilus

3.11.08

McBama, ObCain...

No seré yo quien se dedique a ponderar las virtudes de los candidatos a la presidencia del Imperio.
Suficientes rios de tinta se han vertido ya sobre el tema. y lo que te rondaré, morena.
No obstante, sí quiero hacer una pequeña reflexión sobre lo que se espera del futuro presidente.
En el caso de McCain, la cosa está clara; no es más que una prolongación de las políticas imperialistas de G.W. Bush y, más que eso, una prolongación de la
política general de los Estados Unidos. O sea, ceguera en lo internacional,
mantenimiento del status socioeconómico actual en lo interior. Más de lo mismo, que diríamos aquí.
Por lo que se refiere a Obama...¿quien ha pensado que su política dará un giro copernicano respecto a la que su país mantiene ahora? ¿Acaso sacará las tropas de Irak en un plazo breve de tiempo?
¿Acaso dejará de apoyar los intereses de sus empresas armamentísticas y de los grandes lobbies, entre ellos el judio? ¿Acaso reformará el sistema sanitario nacional para conseguir una "atención sanitaria para todos"? ¿Acaso dejará de acosar a paises como Cuba, Venezuela o Bolivia en su intento socialista?
Muchos 'acasos', y otros que me dejo en el tintero, a los cuales solo cabe responeder NO. ¿Quien creemos que es Obama? ¿Qué capacidad de maniobra pensamos que tendrá una vez elegido presidente? ¿Quien manda realmente en los Estados Unidos? ¿Creemos que un cambio en el lenguaje, el aspecto o el color del presidente puede cambiar de manera importante los tics añejos de un país como ese?

Fijémonos en España. La llegada del partido socialista al gobierno, tras la funesta época Aznar es cierto que ha traido unos cambios sociales que otrora eran impensables. Pero desengañémonos: son reformas de mínimos para adaptar las leyes a las demandas sociales. La reforma, la verdadera reforma, la que afectaría al sistema
macroeconómico, a las estructuras financieras del país....ni se han olido, salvo, en la actualidad, las que están aplicando un 'socialismo' curioso -por decir algo- al capital, no a la sociedad (si Pablo Iglesias levantara la cabeza). Y es así porque esas reformas socioeconómicas, del modelo de sociedad, NUNCA SE PROPUSIERON.
La única diferencia entre el PSOE y el PP radica en cuatro actuaciones sociales que, como migajas, hoy los socialistas reparten y mañana los de la derecha derogarán. Pero las entrañas de la economía y de las relaciones capital-trabajo, riqueza-pobreza están en este país intocadas, intocables. Qué decir, entonces, del 'socialdemócrata' Obama y su proyecto. Que nadie espere grandes cambios. No puede. Él no puede más que comprar un poco de barniz y redecorar su casa. Pero sin haberle dado antes el tratamiento antitermitas que necesita.

Vuestro,

Internautilus.

2.11.08

Buenos días


No sé porqué, la verdad. No sé si es una envidia sana a mi amigo Pepeprado, si es la necesidad de manifestarme respecto a las cosas que creo, o si simplemente es otro giro más a la tuerca de mi ego, que no se conforma con el reconocimiento que a mi mismo me hago cuando me miro al espejo y pretende el de lo demás también. El caso es que me lanzo a retomar este blog 3 años después de haberlo iniciado y, casi a la par, haberlo dejado aparcado en la cuneta del ciberespacio. Sin embargo, no estoy por la labor de hablar sin tener nada que decir; pienso ser como aquél niño del chiste que llegó a los 20 años sin pronunciar palabra, hasta que un día, en la mesa, espetó: "Sopa fría". Los padres, anonadados, perplejos y emocionados, le preguntan: -"Hijo mío..¿porqué no has hablado hasta ahora?" a lo que el recién llegado al mundo sonoro dijo: -"Hasta ahora todo estaba perfecto".

Sin querer por ello decir que no opinar es asentir, diré, hablaré de lo que realmente, para mí, sea importante, sea cual fuere el tema. A todos los que me lean, gracias. A los que disientan, también. Y a los que cierren la página para irse a buscar algo más interesante..sólo pedirles que, si lo encuentran, por favor, me lo comuniquen. A mi también me gusta divertirme.

Un saludo,

Internautilus