2.12.08

Vaya putada


Casi se me atragantó el bocado que estaba deglutiendo esta mañana cuando al pasar la hoja del periódico una escueta nota decía: “El cantautor Joan Baptista Humet muere a los 58 años”. Y tras el titular, una pequeña referencia con enlace a otra muerte de otro artista en no sé que país. Tan solo un suelto en una esquina. Casi me ahogo. La lectura del cuadrito de papel, al fondo de la página, parecía no encerrar la tragedia que anunciaba. Pero para mí, para los de mi generación, para todos aquellos que reflexionábamos “..y no soy yo, que aún no soy yo”, aquellos que identificamos nuestros pensamientos con lo que decía este señor de la música y la poesía, para estos, digo, la muerte de Joan Baptista Humet supone la pérdida de un referente importantísimo en nuestras vidas.

Nunca fue amigo de halagos ni de manejos, y eso le alejó de los escenarios y del sistema al uso, donde se mueven –dónde tienen que moverse- los artistas que quieren triunfar. En 2004, animado por sus seguidores, grabó su último disco. Su voz nos trajo recuerdos imborrables. Yo, en agradecimiento por su vuelta, le mandé a su casa un cuadro mío. Él me escribió un email agradeciéndolo, extrañado y feliz, más aún porque no me conocía. No hacía falta. Yo sí a él. No sé si alguna vez se habrá percatado de lo que su trabajo y su manera de expresarlo significó para muchos de nosotros.

Se supone que ahora debería acabar esta entrada con un “Descanse en paz”. No. Estoy bastante cabreado. Solo diré: “Esto ha sido una gran putada, amigo”.
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4 comentarios:

Melba Reyes A. dijo...

Querido Víctor, no tuve la feliz oportunidad de saber de él más que después de muerto (en TOL vi que escribieron un post que ni siquiera curioseé porque casi siempre priorizo las lecturas) pero siendo tú un especialista quiero referirme a lo lamentable de que las personas de la calidad que mencionas de él mueran tan jóvenes.

Qué lastimoso. Y tampoco diré DESCANSE EN PAZ porque vivirá en el recuerdo de quienes se conmovieron con su música.

Un fuerte abraz♥

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fonsilleda dijo...

Las pérdidas son justamente eso: pérdidas y su medida la marcamos cada uno de nosotros.
Siento que te haya afectado, pero la vida es así, ya lo sabes.
Yo también me cabreo ante las injusticias de determinadas muertes.

Caminante dijo...

Te diré algo si me lo permites: Recuerdo escuchar a Joan Batista Humet camino de la playa en el coche de mi padre, cintas de esas de mercadillo, ya se sabe. Recuerdo que me quedó especialmente clavada en la mente "Clara" y también recuerdo "Que no soy yo". Te diré algo más, tuviste suerte si te enteraste de lo sucedido justo el día de su muerte. En el periódico de Cataluña anunció su enfermedad un par de semanas antes y verlo en aquel estado, en aquellas fotos, era realmente desmoralizante. Sin embargo, la tranquilidad que transmitía, lamentando únicamente no haberle escrito una canción a su hija pequeña y diciendo que era consciente de que no iba a llegar a navidad, pero que ya había hecho casi todo lo que tenía que hacer resultaron ejemplares.

Internautilus dijo...

Hola, Caminante. Gracias por tu entrada.
No, no tuve la oportunidad de enterarme antes, solo supe lo que cuento. Y en cierto modo me alegro, mi tristeza hubiera durado aún más tiempo de haberlo sabido con anterioridad.
"Que no soy yo" es un tema que siempre me impactó, por cuanto decía, cantando, cosas que yo también había pensado alguna vez y no supe expresar. Para mí, esos son los genios: los que dicen/hacen/pintan... auqello que tú hubieras querido decir/hacer/pintar... Él lo hizo.